Saturday, June 23, 2007

QUERIDO...

Querido,

Mi odio no anda

con melodramas…

No es monólogo vaticinado de hembra postergada

No es ni declamado ni espurio.

Siento que lo llevo cual lentejuelas.

Túnica ajustada de lunares rojos

Carmín en mis labios entreabiertos.

Aros de ágata y cobre

alongando mis orejas

para escucharte siempre

Caracola monótona

reeditando por siglos

el engañoso mensaje de tu beso

Así es mi odio…

ciñe mis caderas con ritmos de salsa

Aprieta mis pezones con elevado vuelo

Levanta mis cabellos y se establece

en mi cuello

como incitante mordizco de felino

Mi odio se levanta muy temprano

Empuja catre abajo

mis valles y colinas

Los ordena en didáctica

pirámide de esperas

Luego, me viste con ajuares reprimidos…

me calza las bragas que adivinas,

Portaligas negro,

un suave tobogán de fantasías.

Y me lleva radiante

en el telúrico vibrar de los recuerdos

hasta tu acera, tu espacio, tu oficina.

A florecer en mi odio

con bolcheviques aprestos,

con cimitarras de fuego.

A lucir victoriosa mis perfumes de ocupación

A recibir tus miradas de deseo

como atribulado montepío

que cancelan tus ojos miserables.

Extendiendo hasta nuestra eternidad

los placeres que nunca más

tú y yo consumaremos.

Autor Hernán Narbona Véliz, del libro Voz Prestada, Editorial Nueva Voz, 1989.