Tuesday, April 12, 2016

Trazos cordilleranos

La opacidad del dolor
deviene en risa
En un guiño
Un hasta luego

Los epílogos y los prólogos
se entremezclan desorientados
las memorias quedan flotando
en la Laguna Verde
en el salar de Pedernales
en los pliegos salobres que llevan a
Maricunga

Los recuerdos se agolpan
pero luego discretos se retiran
y queda el silencio
el apretón de manos
la confidencia y la leyenda

En una cumparsita de gigantescos cactus
bamboleas, flaco,
tu noble investidura
de camionero, sabio, payaso y loco

Contando de esos pioneros
hurgados entre cordilleras
y de pueblos congelados
por el espanto

Así has partido,
erguido y señorial,
dialogante de la vida
agnóstico en la muerte justa

Recibido por quien te avisó
sus mensajes de roca
por quien te vapuleó como a un hijo porfiado
y ahora te recibe abriendo su casa

Así te fuiste, a fumarte las galaxias,
sobrevolando sin fronteras  los glaciares
llevando la sonrisa y ese humor cicuta
con que mortificaste
a los necios de tu tierra

Porfiado trabajador de los piques
debutante soldado del Arcángel
preparas de nuevo tu memoria,
repleta de amor, sin pesar alguno.

Con un sueño de dunares
 y la playa limpia de metales
Abrigar los pies de tu Chañaral amado
y dibujar para sus hijos
un nuevo proyecto de esperanza y vida.


Valparaíso, 12 de Abril de 2016.