La opacidad del dolor
deviene en risa
En un guiño
Un hasta luego
Los epílogos y los prólogos
se entremezclan desorientados
las memorias quedan flotando
en la Laguna Verde
en el salar de Pedernales
en los pliegos salobres que llevan a
Maricunga
Los recuerdos se agolpan
pero luego discretos se retiran
y queda el silencio
el apretón de manos
la confidencia y la leyenda
En una cumparsita de gigantescos cactus
bamboleas, flaco,
tu noble investidura
de camionero, sabio, payaso y loco
Contando de esos pioneros
hurgados entre cordilleras
y de pueblos congelados
por el espanto
Así has partido,
erguido y señorial,
dialogante de la vida
agnóstico en la muerte justa
Recibido por quien te avisó
sus mensajes de roca
por quien te vapuleó como a un hijo porfiado
y ahora te recibe abriendo su casa
Así te fuiste, a fumarte las galaxias,
sobrevolando sin fronteras los glaciares
llevando la sonrisa y ese humor cicuta
con que mortificaste
a los necios de tu tierra
Porfiado trabajador de los piques
debutante soldado del Arcángel
preparas de nuevo tu memoria,
repleta de amor, sin pesar alguno.
Con un sueño de dunares
y la playa limpia de metales
Abrigar los pies de tu Chañaral amado
y dibujar para sus hijos
un nuevo proyecto de esperanza y vida.
Valparaíso, 12 de Abril de 2016.
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