Hernán Narbona Véliz, poeta chileno, nacido en Valparaíso, con un largo derrotero por América Latina. Su poesía es una incitación al debate y un aporte a la cultura universal. Poeta de la generación del setenta, escribe desde la angustia o la risa, sin victimizarse, cronista de la vida, con sus sueños en ristre, invita a abrir nuestras ventanas al amor.
Sunday, May 24, 2009
Liviano de equipaje
Sacudiendo los lastres, alivianando los morrales para la siguiente caminata, echo un vistazo atrás y trato de recordar amadas lejanas, pero sus tenues perfumes color sepia se hacen remolino.
Desde las playas tibias del Caribe aparecen esas sirenas en topless que me encandilaron. Las sensaciones revolotean en torno a mi cerveza, rescatadas como leyendas fantásticas de mis archivos mohosos, formando parte de expedientes que quedaron apilados y a nadie interesan.
Quiero acelerar el tranco para retomar esos buenos propósitos de infancia, los mismos desatinos de adolescencia, confiando en esta regresión crepuscular que nos invita. Quiero así prepararme para la segunda mitad de mi vida.
Por ello, enarbolo la risa y me relajo a orillas del mar, conmovido por los pelícanos intrusos que esperan su propina junto a la caleta. Por ello, me adentro en el desierto y escudriño entre las arenas las esfinges de mis gordas criollas, recostadas al viento, esperando al minero fantasma que se perdió en esos pueblos hundidos, repletos de cahuines y de artistas.
Parto lleno de bríos, acorazado de amor, febril de felicidad y amor recibido, inventando nuevas leyendas de adoquines, persiguiendo los besos de las auroras, liviano de equipaje, abrazado contigo y alegre, muy alegre, de madurar unidos este remozado amor que decoras a diario con tu risa y tus besos.
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Chañaral, 24 de mayo de 2009
Friday, May 22, 2009
Abrázame mi amor
Abrázame, mi amor…
Tronaron los pilares
de nuestro nido
Los dolores se sumergieron lacerantes
acumulados en tus silencios
Orbitaron cual lágrima aterida
hasta rebasar los cristales
y magullar tu savia
Con torpes actitudes
quise blindar nuestras fronteras
para resguardarte
Pero recibiste el embate
de vientos tempestuosos
de cuchillas invisibles
de penas inconclusas
de duelos jamás expresados
Aprecié mi debilidad
Insomne deambulé por la pena
Apacenté fuerza para acompañarte
Tiritando ante la probabilidad
Intentando estrujar la fe
para reencontrarme con Dios
Rogando por ti
Rogando por mi
Suplicando
poder amarte
eternamente.
9 Diciembre 2004
Patrimonio
PATRIMONIO
Enfrentando a la isla de ojos múltiples,
azorado ante mi imagen desambulada,
vengo
vendiendo los colores,
desnudando los huesos asombrados,
tiritando un verso humilde
para correr y no llegar tarde.
Quiero –no sé si quiero-
Es necesidad –sí, eso-
de levantar mi labio imberbe
y ofrendarte
mi único regalo que es racimo.
La propiedad única que llevo:
este amor, carne, fuego,
sensaciones, un sueño común,
mi verso.
Entregarte lo que soy,
tan sólo eso,
aquí, extendido.
Con el grito humedecido,
con mi juventud tan breve,
con esta tortura larga persiguiéndome
cuando lejos de ti
presiento el hijo.
Todo lo que tengo
eres tú, yo mismo
y ese hijo que vendrá para el invierno.
Casi siempre al decir algo,
me lo encontré ya escrito.
Tan sólo frente a ti
se cuelan albos la página y el cielo
Por eso, así, humilde peregrino
mi verso llegue a ti
llevándote esto:
:
ajuares tejidos en luna y rosas,
todo lo que no pude callar
y aquí te he escrito…
Es mi patrimonio ínfimo.
Te lo dejo…
Para que en el grito primero
de nuestro primogénito,
mi tacto agradecido
te acaricie en la brisa.
Y si de algo estoy seguro
es que ahora sí
llegaré a tiempo.
Lima, Otoño 1974.
Incluido en el libro ”Eroscidio.Amática contra el Desamor”, Editorial ConoSur, 1988.