Saturday, March 23, 2019

Tango

Este poema integra el libro Eroscidio, Amática contra el Desamor, publicado el año 1988.


TANGO


Invadiste mi niñez, el barrio, los lateríos.
La arteza grabó tus penas, mis cerros tu carnaval.
Estuviste con Pichuco, muy junto al hada madrina,
la abuela supo entonarte, Castillo la ilusionó.

Te incorporé a mi vagar
y te prendiste a mis ojos, te comprendí como nadie,
me recibiste leal.
Cuando crucé cordilleras, al aprender a fumar,
se me hizo humo la noche sentado en el viejo bar.

Palpité tu derrotero,
de San Telmo a Paternal,
fui forastero al principio
vos me empezaste a vosear.

Porteña historia en los mates,
el suave filosofar…
yo rasgué los tamangos 
para tener qué morfar.

Supe del piola y del chanta y me tuve que cuidar.
Supe de tus ritmos nuevos, de tu tristeza ancestral.

Me regalaste una lágrima de imaginaria beldad,
a cuestas seguí con ella, extrañando en soledad.
comprendí tus inquietudes, fue tu canto celofán
que amortiguó las esperas cuando no hubo que aguantar.

Inmigrante aclimatado aspirando tu sentir,
tus raíces taciturnas, el desolado arrabal
y ese río con arcilla que Quinquela fue a pintar.

Viví contigo la noche que pretendió enmudecer
las verdades de Discépolo en cinismo sepulcral.

Después vine hasta mis cerros, pues mi puerto
aquí me ancló. He traído como hermano
el vibrar de un bandoneón…

Tango amigo, ciudadano, veterano del amor,
ya no hay dudas, no es recuerdo…
¡me afanaste el corazón!

Friday, March 08, 2019

Una Carta retrasada: Papá, Presente.


Testimonio de una Amistad






  • Rodolfo Leone 
    Para:hnarbona@yahoo.com
    19 de abril de 2010 a las 4:37 p. m.


    Querido amigo: te agradezco las bellas palabras de tu dedicatoria. Apenas la recibí me corrí a la Editorial para su incorporación. Es para mí un gran honor que un escritor de tu valía participe en mi libro, máxime que esa dedicatoria con la que me premiaste encierra un significado profundo forjado a través de muchos años de amistad.

    Te tengo que contar que mientras la iba leyendo- parafraseando al Martín Fierro- dos lagrimones me rodaron por la cara; tal fue el grado de emoción al constatar una vez más lo rotundo de tu arte de expresarte y tu amistad.

    Recibe las muestras más absolutas de mi cariño y aprecio, amigo y poeta.RODO






    Palabras para un amigo

    Como la zubia que se instala a los pies del desierto, así irrumpe la palabra de la pluma de Rodolfo Leone, sorprendiendo por la profunda visión que propone al mundo. Le conocimos hace dos décadas, enfundado en la protocolar seriedad de la caballería jurídica latinoamericana, propiciando valores de cooperación y amistad. Lo redescubrimos ahora, acodado en la barra de un café, quizá en San Telmo o Rivadavia, escribiendo quizás en servilletas sus acercamientos a la cosmogonía fantástica, donde el amor, la zozobra, el olvido, se entrelazan en la poesía pura, como la que leemos en Ciclos, donde el tiempo queda detenido en la nada del desierto y las fuerzas esotéricas transforman el espacio. Rodolfo pinta con su verso libre, aspirante a proclama medieval, los sortilegios de un mundo profundo, un espacio de alquimia,, ése que no percibimos, a no ser que poetas como Rodolfo nos lo muestren en pinceladas mágicas, donde cada palabra es un escaño a nuevas fantasías. Si hubiere dolor de catacumbas tras la poesía de mi amigo, el exorcismo traduce ese dolor en un constante mensaje valórico que jerarquiza el amor en todas sus dimensiones. Un honor poder saludar, si llego a tiempo, su Carro de Siete Estrellas.