Sunday, October 19, 2008

Ritmos de septiembre.


Ritmos de septiembre, las cuecas aún retumban...

Quizás sea efecto del sol del desierto, quizás sea la provocación de la primavera; el asunto es que amanezco como arrebatado, trepando himalayas al trote, persiguiendo tu mirada coqueta, escondida pícara detrás de un pañuelo.

Será por eso que calzo espuelas para domar la pasión que irradias. Será por eso que ando con el indio a flor de piel, irritable como si la menopausia se hubiera metido por mis orejas, buscando excusas para ganarme a tu lado, intentando morder tus hombros que son la llave que sólo yo conozco para desmantelar tus cabildeos que me inflaman.

Así transito por tu cuerpo, soñando despierto, con deseos de apretar tus labios carnosos con mi boca de naufrago sediento.

Así te quedas en mi piel, con ritmo de tonadas, haciendo hervir mi sangre con esa promesa muda de tus ojos seductores.

Son los ritmos arremolinados de septiembre.

Thursday, October 02, 2008

Incitación a la lujuria.


Me dirijo a usted, desconocida transeúnte urbana y primaveral de la clásica ciudad de Tucumán, para representarle mi desazón por sus caderas insinuantes, que atiborraron mi mañana de ritmos dormidos, traspapelados entre mis carreras administrativas.

Quiero presentarle una queja formal por la incitación a la lujuria que ha provocado con su pecho asomado a los besos del sol y sus ojos, cautos para detectar las miradas, pero recatados para responderlas.

Usted cruzó por la plaza, quizás hacia un cajero automático, quizás venia de dejar a su pequeño hijo en el jardín, un viaje casual pero irreverente, lleno de sensualidad, que desplegaba por el parque un murmullo de violetas.

Agresiva en su indudable belleza, usando con displicencia y relajo esa piel canela encandilante, usted transgredió intencionadamente los limites y me dejo sintonizado a las fantasías que vino sembrando, cimbrante y lúdica por mi vereda, dejando esa estela inocente e incendiaria, que me ha hecho olvidar mis cabildeos sobre el big bang o las especulaciones sobre los destinos de Wall Street, anulando mi concentración necesaria, destapando aromas del Caribe, en la liviana cobertura del algodón blanco ajustado a sus piernas, empinadas en esos tacones rojos como el fuego de sus ojos almendrados.

Incitación a la lujuria que ha trastornado mi mesura y que me obliga a representarle mi profunda molestia por su belleza, desbocada como gacela sobre mis frágiles convicciones,. Lo cual me obliga a demandarla por el perjuicio irreparable de no saber ni su nombre ni su historia, con lo que queda marcada a fuego como un símbolo ardiente del eterno femenino, que hace temblar mis sueños en un deseo trunco que no tendrá destino.


Tucumán, primavera/2008.

Fantasmas de la Laguna Verde


Fantasmas de la Laguna Verde

Hoy experimente una visión, quizás premonitoria. Ocurrió en el camino internacional del Paso San Francisco, a 4300 metros sobre el nivel del mar.

En medio de la montaña, adiviné en la superficie agitada de la Laguna Verde, el palpitar milenario de una princesa vestida de turquesa y cubierta de rubíes, atada al centro de la tierra, contemplando las estrellas eternamente, hasta que la liberen los nuevos hemisferios de la humanidad.

La noche espejada en la cordillera andina de Atacama propone hilados luminosos y personajes que se fueron acumulando tras los siglos salen a caminar por los bordes de los cerros ventosos.


Arrieros calcinados por el fuego de un cometa se sientan a la vera de la laguna para compartir tragos de chachacoma hervida mientras entrecruzan historias de majadas aladas pastando en los humedales de la Cruz del Sur.


También circulan por la laguna las sirenas de arena, con espejismos de amor, amarillo de soledad, prometiendo placeres inalcanzables a los caminantes de la noche.

Por los durmientes de los arcaicos trazados ferroviarios circulan los guanacos que huyen del hombre. Pequeños arbustos misteriosos se asoman entre las rocas y nutren de vida el agreste paisaje.


El viento y la nieve engalanan ondulantes la verde laguna y al despertar de mi divague, la vislumbro maravillosa y me digo que es una princesa esmeralda, aprisionada en su soledad y resguardada por los fantasmas que se acumulan en el refugio del viejo control de frontera, que aun permanece en una cueva cavada en la tierra, al costado del camino.


Los fantasmas danzan jocosos en la espuma y saludan con las sinfonías del silencio y el viento huracanado a los intrusos que nos asomamos a su fortaleza.


Fue una visión o quizás un mensaje galáctico. Todo es posible en las serranías lunares de la cordillera de los Andes, en Atacama, al norte de Chile.

Sunday, August 31, 2008

poema en vuelo


Viajero enpecinado
Vuelo hacia tus ojos
A embriagarme en tu pecho
A envolverte de historias

Vengo y voy
Como el carrusel que se cimbra
En esa adolescencia percudida
Manteniendo la musicalidad monótona
Ilusionándote con mis malabares de permanencia
Luego me elevo en nuevas ráfagas de olvido
Y así sigo, veleta oxidada en Saint Malo o Naguilán desolado de la playa de Placeres
En el circulo bendito de seguir amándote
En la ansiedad rebelde de triangular los hemisferios y trastocar los crepúsculos por auroras, con tal de llegar de nuevo a tu remanso, a tus cálidos hilados, a tus misterios encantados y a tus decires
Voy cruzando dimensiones galácticas, ensimismado en quererte, acurrucado a tu vera, esperando tus manos para despertar de mi viaje y reencontrarme en tus ojos con la magia de un cuento, entonado a dos voces hasta el fin de los tiempos.


Desde el cielo, viernes 29 de Agosto de 2008
tildes omitidos intencionadamente

Monday, June 09, 2008

EN LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID: Rosy y Hernán se integran como Personas Libro




Una preciosa declamación de Neruda realizó Rosa Ramírez, mi amada compañera, quien así celebró en Madrid su nuevo cumpleaños.


Estamos en Madrid y estamos a minutos de celebrar el cumpleaños de Rosy. Cumplimos un aniversario de amor que nos llevó a los 37 años de unión. Salimos hacia la Feria del Libro y Dios quiso que viviéramos una experiencia inolvidable.

Se presentaba el Proyecto Personas Libro, en el cual se invita a las pèrsonas a recordar un texto, aprenderlo y decirlo, compartiendo así el gusto por la lectura, en una reacción de la palabra por recuperar espacios de espiritualidad que tanto requiere esta sociedad que mancilla a diario la lengua de Cervantes y reduce el lenguaje a un puñado de aberraciones lingüisticas de difícil comprensión.

Pues bien, nos integramos al grupo y tomando la tribuna me presenté como poeta chileno, atreviéndome a instancias de mi mujer, a recitar tres poemas, Abuela, Hora de Almuerzo y Violeta.

Seguidamente, Rosy declamó a Neruda con una sensualidad que le mereció una ovación.

Fue una tarde preciosa en la Feria del Libro de Madrid, donde pudimos conocer a Antonio Rodriguez, Director de la Escuela de Lectura de Madrid y uno de los impulsores del movimiento pro-lectura "Personas Libro".

Los caminos del destino no son casuales. Leer en la Feria del Libro de Madrid fue para ambos una experiencia que no esperábamos vivir y se dio en un momento de celebración en que nos regalamos la palabra y la amistad con personas que también transmitieron trozos de poemas o relatos.

En Madrid, el 9 de junio de 2008

Thursday, March 06, 2008

En el día de la mujer

Un saludo machista al sexo opuesto.
La mujer se inventó un día propio en el almanaque. Hoy es el día de la Mujer, así con mayúsculas. Eso sí, aparte del día de la madre, de la amiga, de la profesora, de la abuela. Del hombre ni que hablar, helo allí resignado a su invisibilidad, postergado por machista, infiel, amigo de sus amigos, parrandero y jugador; a lo sumo, un mal necesario, que espanta ratones, arregla caños rotos o saca a pasear al perro.
La mujer empoderada, con sendas presidencias a ambos lados de los Andes, se ha creido el cuento de la superioridad de género y hoy es carabinera, futbolista, pescadora o minera. Ha desafiado las fronteras de la mitología y se sube a los púlpitos de pastora o es empresaria innovadora de burdeles cybernéticos, en helicópteros, limusinas y todo terreno.

Los hombres que seguimos cediéndoles el paso, que les abrimos la puerta, que les escribimos poemas, tropezamos a poco andar con su fría forma de pensar y nos damos cuenta tardíamente de las redes con que nos manipulan científicamente. Hay mujeres que se han atrincherado en una guerra propia, que ellas mismas inventaron, en contra del hombre y, trasgrediendo la gramática, imponen nuevos léxicos para, según ellas, ser visualizadas y salir de la explotación histórica que el machismo ha ejercido sobre ellas. Esas mujeres que actúan agresivas frente al género opuesto, parecen haber sustituido la trasnochada lucha de clases por una lucha de géneros, donde el encanto de la complementariedad, pasa a ser considerado prepotencia varonil, el desearlas una pachotada egoista y tratar de hacerlas felices una actitud posesiva y machista.

Quiéralo o no, las mujeres tienen su día, fundamentado en las luchas por el reconocimiento de su espacio en la sociedad. Sin embargo, la exageración del género femenino atociga, desgasta. No se trata de falsas competencias de género porque para cocinar, hacer una cama, lavar ropa o planchar, los ovarios o los testículos no influyen. Las personas deben ser autosuficientes y deben ser capaces de entregar lo mejor se sí en la relación de pareja. Jamás se me habría ocurrido plantear el día del Hombre, pero sí el día del Amor y del Humanismo sin apellidos.

Por eso, a las mujeres se las debe amar, simplemente amar. Entrar en su juego argumental es desgastador y está probado que el hombre es más plano y explícito en su deseo constante de poseerlas. En el intermedio, los hombres inteligentes sabrán escuchar, aunque el común de los mortales desplegará su perfil cavernícola y buscará una cerveza y algo para picar. El discurso seguirá por cuenta de ellas y lo más recomendable es rendirse a sus encantos y soportar sus permanentes búsquedas personales.
Palabra de machista.
080308

Wednesday, February 27, 2008

Al final de un verano


Cae la penúltima tarde de febrero sobre Chañaral. La música aporta un semblante de nostalgia sobre las parejas que pasean junto al mar. El viento refresca anunciando que los días se acortan y el mar rizado se prepara para el despliegue de esas olas atrevidas que traspasan el muro de piedra rosada que decora el borde costero.

Los últimos destellos de una luna llena comienzan a asomar sobre el mar. El descanso de prolongadas jornadas es una invitación a caminar por una costanera engalanada de pelícanos y lobos de mar.

El desierto me ha adoptado y los buques son parte cotidiana de mi trajin explorador, en un lúdico deambular por esta senda, desplegando afectos y esquivando los dardos lejanos del dolor. Renazco en estos atardeceres que ya son míos, que me integran a su paisaje de gorriones felices, como un pimiento de rojas florecillas o como la chachacoma platinada que abre tus pulmones con el amargo sabor de la sobrevivencia en soledad, creando ese aire fresco que reclaman los pulmones del viajero.


He aprendido mucho en esta nueva etapa, los afectos se expresan con pinceladas de muchas historias que vengo a conocer con retraso, pero que son paralelas a las mías y en el cruce de las espadas de recuerdos, va surgiendo la amistad, en una síntesis hermosa de madurez y complemento. El vaso está rebasando de sensaciones, pero hay muchos cáliz esperando por nuevos espacios, vertientes jóvenes buscan rutas y el paso adelantado de la madurez permite orientar su curso, explayándose en esos afanes constantes de cambios.


Tomando palco desde este anfiteatro me dejo llevar por el rojo crepúsculo y lo percibo robusto de vivencias, terco e indomable crepúsculo que sobrevive a las pequeñeces del hombre y mientras las trompetas acompasan mi decir somnoliento, me invade este placer inmenso de saborear mi madurez rebelde, mientras su fresca visión sigue postulando algún sueño, alguna fantasía inventada, algunas caderas que arrullen tu ocio creativo, tentadores perfumes que te acerquen de nuevo a la adolescencia lejana, brincando los deseos por tus ojos, aunque mesurado como un pentagrama, debas, recatadamente, disimularlo para seguir manteniendo ese absurdo perfil de hombre respetable y serio.


Cretinas poses que a poco andar tiras por la borda, solazándote en la espiga rubia de una mujer que cruza, incisiva como una rosa, por la costanera encendida y se van tras ella todos tus deseos, como una trifulca de pájaros que cruzan hasta el mar, arriesgándolo todo por un alpiste de amor.


Chañaral, 27 de febrero de 2008.

Sunday, February 03, 2008

Poesía en mínimos trazos

Poesía en mínimos trazos

Para qué malgastar las horas, si puedo regalarte estos minúsculos ramilletes de pensamientos. Ya podré dormitar acurrucado a tu pecho, palpitando al unísono nuestras auroras. Por ahora, prefiero dedicarme a esa labor diminuta, como cuando te escribía en los tacos calendarios, en una gigantesca máquina de escribir planillera, ajustando mi enarbolado amor, mi pasión loca por tu piel en capullo, a ese minúsculo trozo de papel.

Igual como, a los tiempos, en los diez minutos de un microbús que subía hasta la cima de nuestro puerto, iba dejando mis gotas de poesía, incubando este cable a tierra que me sustenta frente a cualquier obstáculo o amenaza.

Esas frases diminutas, apiladas en hojas amarillas, que fueron compaginando mi amor remozado, rebelde, porfiado, combativo amor, blindando tus dolores, amortiguando las penas, creciendo desde la inmensidad de las angustias para convertirse en vertiente que saciaba la sed en el momento justo, como si las plegarias escuchadas nos acompasaran en un nuevo preludio del amor, ascendiendo con sudores, con la constancia de nuestros sueños, brincando por los momentos difíciles, hasta dejarlos atrás, sepultados. Hasta llegar rasmillados y amantes hasta la cumbre, con las rodillas espinadas, pero con el fuelle increible que nos permitía plantar las banderillas del triunfo cotidiano en nuestro territorio acorazado.

Estas horas que resto al sueño las dedico a comentar nuestro amor, para destacar la flor que venció la roca y ascendió desde la muerte para tomar un segundo aliento. Disculpe Dios la soberbia de esta lectura retroactiva. Perdona tú que me instale esta noche en nuestra cápsula maravillosa a disfrutar el descanso. Ha sido un refugio necesario. Me siento poderoso de tu mano y camino incesante hasta la cima de nuestro amor; potente y autárquico amor que me llena de fuegos, de vinos dulces que aspiro a beber por siempre en la copa de tus ojos insolentes.

Atacama, 4 de febrero de 2008.

Al son de una balada o de un blues

Tomé tu mano y te llevé nervioso al centro de la pista, cerqué tu talle con mi brazo, reclinaste tu cabeza en mi hombro y tu cuello extendió por mis ojos tu perfume y tu hechizo. La música nos acomodó en un estrecho espacio, mis dedos presionaban tu cintura y jugaban con tu espalda en suave diálogo de energías. Reclinaste tu cabeza con esas redes sutiles de una pasión naciente y tu boca me invitó a visitar tus labios por vez primera, en un beso prolongado y discreto. Las mejillas ardían, las luces tenues nos aislaban de las miradas. El salón de baile se convertía en una esfera de luces galácticas y nos fundimos en el blues, susurrándonos promesas de amor eterno. Los tres minutos del disco que quizá fue un sonambulismo o una playa solitaria, nos transportaron en una burbuja de acero y miel a un extenso camino que recorrimos de la mano en un instante. Pronto será el día de los enamorados y los acordes de una guitarra eléctrica y señera, me conminan a llevarte de nuevo a bailar, a compartir en una baldosa o en la pista extendida de un tango amigo, el repaso maduro de aquel primer baile. Para brindar en esa plañidera melodía adolescente por todo ese amor fulgurante que sigue prendido a tus ojos y los míos. Esas promesas cumplidas que se hacen beso cada vez que nos aislamos en esos crepúsculos de luna, en nuestras caminatas entre mar y desiertos, con un baile por huella, saboreando nuestro amor impaciente, que quizás nació en una playa solitaria o en un sonambulismo, ya no lo recuerdo.

Atacama, Domingo, 3 de Febrero de 2008.

Saturday, January 26, 2008

Libertinaje en perjuicio del amor

Libertinaje en perjuicio del amor

Con la chiva de que hay que dar a la gente lo que quiere, los operadores de la sociedad de consumo degradan la sexualidad y la convierten en ejercicio gimnástico

Hernán Narbona Véliz
(02/07)

CUANDO EN 1987 publiqué mi segundo poemario, Eroscidio, Amática contra el Desamor, en 1987, y que me prologara Don Andrés Sabella, tuve muchas veces que explicar el alcance de su título. “Eroscidio” era un neologismo que inventé para significar el homicidio del Amor, el avasallamiento del sano y mágico erotismo que hace girar la vida y direcciona las energías del ser humano, sustituyéndolo por lo burdo, lo chabacano, lo genital.

Voy a referirme, recordando esos versos, a una peligrosa tendencia. La decadencia que se observa en el tratamiento mediático de la sexualidad. El tema del Amor, de la afectividad, de las relaciones de pareja, ha sido colocado por muchos medios de comunicación a la altura de los genitales.

Un tema donde es preciso despejar los fundamentalismos, las posiciones duras de instituciones o grupos políticos y religiosos, que quisieran censurar dogmáticamente las decisiones personales y, por otra parte, la posición de grupos que creen que tolerancia es pasar a llevar los derechos de los demás, invadiendo su espacio y su privacidad, postulando un libertinaje sin freno.

Escribo este artículo sin pretender lecciones de moralidad, sino advirtiendo desde el sentido común, como padre de familia y comunicador social, las amenazas que encierra esta degradación de la emotividad.

Considero haber tenido frente a la sexualidad una actitud consecuente y de vanguardia, pese a los esfuerzos de mi madre en transmitirme sus códigos morales de época, en donde los tabúes abundaban, imponiendo a los jóvenes conductas llenas de hipocresía a la hora del comidillo en la entrepierna. “Aquello” se hacía con la luz apagada, la esposa no debía expresar su goce, debía recibir pasiva la acción del esposo, haciendo gala de su virginidad. Desde niño sentí que ofendía la inteligencia ese actuar fruncido y acartonado.

Siempre sostuve que entre el hombre y la mujer –así, sin fundamentalismos de género, que a mi juicio rompen la conjunción maravillosa de la pareja- debe haber absoluta libertad en la entrega mutua.

Los que atentaban en contra de una sexualidad profunda en los afectos, en el ensamble de hombre y mujer, eran, desde mi percepción, la industria mundial de la pornografía, el individualismo -como actitud extendida, que se situaba en la médula de un mundo resuelto por el mercado- y el hedonismo, que marcaba esa tendencia a olvidar tu historia y tus compromisos, a pasarlo bien, a vivir sin límites en la ruta del placer. Y por derivación, veía entonces que una confusión entre libertades ciudadanas y este libertinaje que ya había visto en Holanda y varios países de Europa, llevaría a una peligrosa expansión del consumo de drogas, frente al dejar hacer y dejar pasar de una sociedad que abandonaba los mínimos marcos éticos,

Desde la visión poética, la Amática contra el desamor era mi propuesta política. Era necesario blindar el amor para que no se degradara en la sociedad de consumo; era una tarea para la poesía ir a la reconquista: “Alerta, poesía, resistamos…entramos a la era tecnotrónica. Herodes se ha vestido de pragmático, el Poder nos manipula hasta el cansancio”.

“Amática” era una invitación a actuar, a tirar los cordajes para navegar en la construcción del amor. Un Amor entendido como un abrazo a la libertad, el desmantelamiento de los tabúes y la defensa de los sueños en lo cotidiano, no en la simple pasión sino en el amor sin tiempo. Allí estaban el juego, la conquista, la seducción, el compañerismo, el proyecto común, los esfuerzos de familia, la risa, la gratuidad de la pasión y el cariño.

Hoy, al observar la decadencia ambiental en las relaciones afectivas, con una liviandad generalizada, que convierte al sexo en una gimnasia impersonal, en un producto transable a viva voz, se me viene una profunda bronca porque esta situación es asumida como parte de la “modernidad” sin que existan filtros frente a situaciones que atentan en contra de la calidad de vida y la sana sexualidad de las parejas heterosexuales.

Seguramente, reaccionarán las minorías u opciones sexuales y su respuesta siempre tendrá el argumento de que quien se opone a los excesos es un castrante censurador Al respecto pienso que la exploración sin trabas del sexo duro, lleva a difundir y hacer aceptar como normales conductas que son depravaciones sexuales.

No comparto esa posición que envuelve todo el tema en forma ambigua bajo la manoseada argumentación de las libertades personales. Las drogas, la pornografía, la pedofilia, la zoofilia, la necrofilia, entre otras, son aberraciones sexuales y la sociedad que no previene su difusión pone en riesgo valores fundamentales, como lo son la niñez y la familia.

Cuando en los medios de comunicación masiva, radio y televisión abundan hoy programas que han “genitalizado” la sexualidad, mi actitud pasa a ser casi reaccionaria. Porque creo que no se puede aceptar impávido que en la radio se ofrezca, en horario diurno, a viva voz la oferta de prostitución personal de auditores que usan esos espacios de debate, o sexo en grupos, o sexo a ciegas con citas vía celular, servicios sexuales a quien esté dispuesto a pagar, intercambio de parejas, etc.. Porque no cabe en los conceptos de tolerancia y respeto mutuo, aceptar la difusión de las imágenes chocantes de besos entre un homosexual, Miguel Bossé y otro travestí y luego con un conductor de televisión, besos a pantalla completa, en horario nocturno, día viernes.

¿Qué queda como lección? Lo burdo y lo chocante marcan rating. La publicidad viabiliza el negocio, respalda la producción, sale el estiércol al aire, se logra un buen facturado en publicidad, otros que copian el estilo y, al final, una fuerte degradación en la vida diaria, porque como el asunto apareció en la tele o se escuchó en la radio, es aceptable. Salir en la tele es más importante hoy que una norma sea promulgada en el Diario Oficial.

Así, el desamor se instala en la sociedad y la Poesía sigue esperando “Inventar el día indispensable”.

Tuesday, January 22, 2008

Valparaíso en llamas

La calle Serrano jamás volverá a recuperar su ritmo y colorido. Trizaron su historia. Nerón se refocila en las quebradas ardientes. El agua se mezquina, los mártires son despedidos en antorchas de agradecido dolor. Los cerros se desgranan en cenizas y llantos, el agua no llega a las barriadas. Los caballeros del fuego no logran detener la tormenta roja que devora sueños. Los gorriones emigran de mi puerto, el caminante se desmorona en la tierra negra. Unas manos resignadas construyen dos cruces y dos animitas se suman a los íconos urbanos de un puerto que agoniza, que borbotea reclamos, mientras el agua se encarece, los suelos se enajenan, el patrimonio habitado escapa en llanto. La historia de los cerros porteños es bruscamente tronchada por la ira del viento. Nunca más la tertulia con el mar y la luna. Ya en Valparaíso no caben más animitas. La muerte se explaya por las quebradas de miseria, dos ancianos hacen carbón clandestino para sobrevivir, dos jóvenes calientan su vianda en el fondo de la quebrada.
Allí donde el agua ya no brota de los grifos. el Valparaíso olvidado se convierte en desierto negro, de cenizas y muerte. Habrá que edificar torres de altura para tapar tanto desquicio.

Saturday, January 19, 2008

Esas pequeñas ausencias

Murmuro por los rincones de la casa grande, intentando conversar contigo. De pronto apareces, fruncido el ceño, caminando rápido, irradiando sabe Dios qué gran energía, orbitas por las plantas, les conversas, sabes que te esperan sedientas de tu cariño. Como yo mismo, que languidezco frente a las pantallas, inventando esas conversaciones cómplices, esas risas impublicables que metaforan el amor en lianas cotidianas. Bebo las fresas de un vino fresco y me relajo en el verano, divago mis escapes, rememoro conquistas, hasta que al final me acomodo en la cama grande, hago zapping sin discutir con nadie y eso lo hace absurdo y sin sentido.

Finalmente, resignado a compartirte con los hijos, reconozco mi egoismo infantil y aguardo las medianoches para tomar el aire del Pacífico, que viene soplando desde Pan de Azúcar, riego tus árboles de canto matinal, barro la vereda de nuestra casa y me voy a dormir con la luna a mis espaldas, disfrutando el silencio, teniéndote conmigo, sin verbalizar, sin dramatismos, como el simple caminar juntos, como el desafío cotidiano de inventarnos las auroras y seguir juntos, inexorablemente juntos, deliciosamente cómplices y niños.

Sin decir nada, un lado de la cama queda quieto, inundando tu tibieza la almohada vecina y, en medio de la luna real que intrusea por el ventanal, yo me doy maña para conversarte desde el éter del planeta, éstas, nuestras historias urbanas, de desierto y sal, desde Atacama.