¿A quién habría de importar esta conversación? Solamente tú y yo estamos en ella. Yo, deambulante poeta por tus litorales, con espíritu chango o chilote, queriendo sumergirme en tu frío redil, para obtener los alimentos con respeto y mesura. Tú, enorme y molesto, queriendo sacudirte la humanidad depredadora, asfixiado por islas de plástico, contaminado de radiactividad, remecido en una profunda ira que activa volcanes submarinos. De las arenas de tus playas soy apenas un guijarro pensante que protesta en la nanocomunicación de tus ínfimas células en contra de la codicia que te depreda sin cesar. Elevo mi voz en un coliseo de mentiras para repudiar el crimen que se comete sobre ballenas y delfines. El demonio quiere matar la vida que contienes, amigo Mar. En mi modesta pequeñez, estiro mi corazón para expresarte mi amor y mi compromiso por defender la vida sorprendente que cobijas en tus profundidades.
Hernán Narbona Véliz, poeta chileno, nacido en Valparaíso, con un largo derrotero por América Latina. Su poesía es una incitación al debate y un aporte a la cultura universal. Poeta de la generación del setenta, escribe desde la angustia o la risa, sin victimizarse, cronista de la vida, con sus sueños en ristre, invita a abrir nuestras ventanas al amor.
Sunday, March 24, 2013
Thursday, March 21, 2013
Resistencia, en el día mundial de la Poesía
“Alerta, poesía, resistamos…entramos a la era tecnotrónica. Herodes se ha vestido de pragmático, el Poder nos manipula hasta el cansancio”
RESISTENCIA
Alerta, poesía, resistamos…
Entramos a la era tecnotrónica.
Herodes se ha vestido de pragmático,
El Poder nos manipula hasta el cansancio.
Desquiciemos su torpe Cibernética,
arruinemos sus tácticas esdrújulas.
Entra silbando, irrespetuosa,
que salten sus fusibles infernales.
Dibuja camanchacas de abedules,
conjuga bramante el verbo Océano
esparce por pantallas y satélites
de tu canto astillas encarnadas.
Enloquécelos con tu cuerpo vital.
Encarámate en grito, lamento o carcajada.
Rescata las corolas y la melancolía.
Exorciza fantasmas de nardo.
¡Raya murallas, sé consigna del alma!
¡Que no nos tecnifiquen la nostalgia!
Vocifera, es tu deber,
eres la única.
Detrás tuyo se alinea la esperanza.
Incrépalos, amiga, no nos falles.
En raigambre mestiza usa mil nombres.
Proclama a la América asediada
Sumérgete en sus fiordos invencibles,
recórrela cantando,
sube por sus tobillos de ulmos
y lanas esteparias.
Rodea su cintura de permanentes aguas,
despierta los pregones de la pampa.
¡Cura su dolor absoluto y altiplano!
¡Únete a su voz, sé solidaria!
¡Sé valle, Macumba y Pachamama!
Desconciértalos, poesía,
resistamos…
¡Inventemos el día indispensable!.
Wednesday, March 06, 2013
Sueño Bolivariano
Hugo Chávez (QEPD), Presidente de Venezuela, ha dejado como legado una impronta regional de rescate de la utopía de la unidad y colaboración, inspirada en el pensamiento de Simón Bolívar. En su homenaje, como latinoamericano, dejo este poema publicado en mi libro Miedo al Miedo, el año 1987, el cual está en íntima sintonía con esa visión de independencia regional que impulsó Hugo Chávez.
BOLÍVAR ¿QUÉ NOS HAN HECHO?
Desmantelando las calderas iba el embargo
BOLÍVAR ¿QUÉ NOS HAN HECHO?
Concédeme, Bolívar, tu claridad valiente
para asomar mi voz a tus vertientes,
a tu sueño flameante
y al trueno que sacude este presente
Porque atisbé, Simón, tras campanarios
el ayer fértil valle americano
y divisé las reses y el arado
y divisé las reses y el arado
fustigados por voraces escribanos
Desmantelando las calderas iba el embargo
Cimbrándose los barcos desguazados
en la ilustre papeleta del actuario
Sorprendí al invasor de guantes blancos
usurpando los trenes apunados
Sorprendí su timbre en los asfaltos
y me ví resbalar en sus engaños
Padezco de entender tus sensaciones,
de palpar a ciegas mis errores,
de madrugar tu metal arrebatado,
de desear el trigo que se embarca
y repudiar la compra de metralla
Lamento ver crecer en las entrañas
la úlcera candente que separa
Lamento ver reptar por los palacios
la boa usurera camuflada
Y espero pendiente de tu cóndor,
ruboroso cual niño avergonzado…
Tu fuerza, Simón, arde en las venas
y el verdugo tirita retiradas.
Monday, March 04, 2013
Diálogos marinos 4
Con el pelo revuelto de arenas, la salinidad en las narices, la piel ajada de sol, desafío las olas inventando sirenas, floto como en una cruz y el sol me enceguece, me sumerjo y llego hasta el espacio cercano donde las algas parecen danzar a contramano de las olas. Es la jugarreta que se repite y se llena de redondas figuras en la alquimia relajante del nado instintivo, aprendido desde niño y que se repite con el mismo ritmo, cada vez que me sumerjo en tu orilla y quedo a merced de mis fuerzas, oxigenando mis pulmones con recuerdos de otros momentos como éste.
En un segundo, se me vienen todas las playas a la memoria, las templadas aguas de Boca Chica, de Manta, las heladas aguas de Calbuco, la sensual calidez de Ipanema, las nubladas arenas de Pinamar, el baño desnudo en Montecarlo, la quietud de las Torpederas o el desafío conquistador de Caleta Abarca y la playa Poca Ola de Recreo. Sobre las rocas, como en una regresión,me siento a escapar de esas olas sorpresivas que se llevaban la ropa de mis primas y veo a mi abuela salvar las budineras con ensaladas chilenas y aun siento su risa y el aroma de esos paseos familiares, en que mi única preocupación era ser feliz.
Quizás esto te explique, amigo mar, porqué en mis silencios te observo como un viajero perdido, anclado a romances, recuerdos, sueños persistentes que se estiran como atemporales bocetos de amistad, nutriendo mi creciente madurez, entre desiertos y dunares.
En un segundo, se me vienen todas las playas a la memoria, las templadas aguas de Boca Chica, de Manta, las heladas aguas de Calbuco, la sensual calidez de Ipanema, las nubladas arenas de Pinamar, el baño desnudo en Montecarlo, la quietud de las Torpederas o el desafío conquistador de Caleta Abarca y la playa Poca Ola de Recreo. Sobre las rocas, como en una regresión,me siento a escapar de esas olas sorpresivas que se llevaban la ropa de mis primas y veo a mi abuela salvar las budineras con ensaladas chilenas y aun siento su risa y el aroma de esos paseos familiares, en que mi única preocupación era ser feliz.
Quizás esto te explique, amigo mar, porqué en mis silencios te observo como un viajero perdido, anclado a romances, recuerdos, sueños persistentes que se estiran como atemporales bocetos de amistad, nutriendo mi creciente madurez, entre desiertos y dunares.
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