Hernán Narbona Véliz, poeta chileno, nacido en Valparaíso, con un largo derrotero por América Latina. Su poesía es una incitación al debate y un aporte a la cultura universal. Poeta de la generación del setenta, escribe desde la angustia o la risa, sin victimizarse, cronista de la vida, con sus sueños en ristre, invita a abrir nuestras ventanas al amor.
Saturday, August 20, 2005
UNAS PALABRAS DE INTRODUCCIÓN
Estimado visitante:
Podría parecer extraño que la poesía de un brinco al cyber espacio, sobre todo si fue escrita el siglo pasado y está intimamente ligada al devenir de ese período. Pero, aprovechando esta tecnología que no cesa de asombrarme, puedo mostrar hoy el texto completo de mi primer libro de poemas, Miedo al Miedo, que comencé a escribir cuando debí salir de Chile, en 1974. Está organizado en 15 archivos que Ud. podrá seguir a través los hipervínculos del banner a su izquierda.
El libro se cerró y fue registrado en1984, en medio de las protestas que abrían, desde la civilidad, espacios para la recuperación democrática en Chile, cubriendo para entonces un decenio de terrorismo de estado y también de heroismo silencioso de muchas personas que se las jugaron, pese a todo, por ayudar a los perseguidos . El libro circuló primero en fotocopias, lo llevé a México en 1985 y lo leí a compatriotas exiliados. En 1987 lo presenté en Valparaíso prologado por León Santoro Funes; al año siguiente, los actores Nadia Bragar, Miguel Angel Herrera y Carlos Böeker lo dramatizaron y presentaron en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura. en el teatro IPA, la ya desaparecida actriz Pax Polland llevó esta poesía a la expresión de obra colectiva por la libertad. Con el amigo, profesor mapuche Raúl Quilaqueo Mulato, presentamos estos poemas en una Peña de Peyuhue. Al llegar la democracia pudimos presentarla en un recital poético musical en la Exposición Educa, en la Quinta Vergara.
Volver a publicar los poemas de "Miedo al Miedo.Poemática para abrir nuestras ventanas" , por esta vía virtual, es una forma de presentar al mundo un puñado de vivencias que, desafortunadamente, siguen quemando el alma de Chile.
Tengo la suerte de haber incorporado con entusiasmo en mi vida profesional las TICs y esto me ha permitido usar estas nuevas plataformas comunicacionales para tratar de participar de mi tiempo. En el blog www.escritorhnv.blogspot.com resumo mi trabajo periodístico y, junto con otros compañeros de ruta, hemos impulsado el Foro Valparaíso Posible, www.valparaisoposible.blogspot.com, como movimiento de convergencia ciudadana.
Pero es aquí, en este sitio, donde creo estar cumpliendo con una deuda con mi poesía, pues hasta ahora nunca le había dedicado energías para ampliar su difusión, que creo, modestamente, se merece.
Los insto a marcar este sitio como favorito y volver a él cuando deseen leer poesía de la tierra, poesía que ayudó a cruzar duras etapas, levantando la vista a los sueños, al amor, a la familia, a los amigos de verdad. Sacudiendo el miedo, volviendo a confiar, pese a todo.
Bienvenidos a esta lectura y, desde ya, muchas gracias por esta visita y sus comentarios.
Quisiera - Autorretrato - Finalmente, me pregunto - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 15
QUISIERA
Quisiera embaucar al tiempo
Desorientar sus lianas
Envolver sus herbarios
Destornillar sus letreros de destino
Congelar los celofanes de beso
Hilar una red de vuelos libres
y, en mariposas reconquistadas,
destilar mi cansancio
reduciéndolo a grumos
Inventar de nuevo el trompo
en banderas azules,
en el pestañear rizado de los vinos
Insistente en mi pausa de cariño
quisiera embaucar al tiempo
Canjearte un decenio por tres lirios
Uno de trabajo para alumbrar la lápida
del que murió cesante;
otro de luz filial
para la oscura mesa de la ausencia,
y el último, perenne y solitario,
como sólido bastión del canto libre
Quisiera embaucar al tiempo
Hurtarle su rastrillo de otoños
cimbrarme en el columpio de los nardos
Trepar la costanera en temporales
Quemar cual sábana amarilla
el lastre rutinario del decenio
Que entre en nuestros huesos
el sur bravío
Que despierte el suburbio
su hidalguía
Que languidezca
el acróstico del miedo
No quiero ser más un monosílabo
Quisiera embaucar al tiempo
rescatar de sus alforjas grises
la impaciencia adolescente,
la lección rocosa en las rodillas,
la claridad del grito solidario,
la esperanza de joven sin candados
Quisiera embaucar al tiempo,
pero dicen que sabe más
por diablo que por viejo…
AUTORRETRATO
Soy un poeta lampiño,
de levita y corbatón
No me integran los colegas
No protesto a viva voz
Urticaria les produce
mi añejada inspiración
Mi precaria poesía,
más que a amor, huele alcanfor
Soy un poeta lampiño
Es mi barba frustración
A raudales se me nota
mi profana condición:
es brillante mi trasero, burocrática la canción
Permitidme un solo instante
para esparcir depresión
Este espejo es quebradizo
si lo empaña el malhumor
Sin codazos, gentilhombre,
te he dejado mi pasión,
escarbada en los bolsillos,
con un sello de almidón.
FINALMENTE ME PREGUNTO…
¿Archivaremos la utopía para oírnos?
¿Recibirán los jubilados la medalla del valor?
¿Resistiremos el juego desestabilizador
de la opulencia?
¿Se corregirán las brújulas gastadas?
¿Trabajaremos horas extras voluntarias?
¿Dejaremos de exigir lo no ganado?
¿Podremos nuevamente ser hermanos?
¿Tendrá de nuevo oficio el paragüero?
¿Nos levantaremos temprano?
¿Quién nos cuidará de genuflexos?
¿Haremos gimnasia bancaria en nuevos caracoles?
¿Seguiremos tomando Coca Cola?
¿Circulará la verdad en cien recetas
o tendremos pócima oficial para el resfrío?
¿Habremos aprendido?
¿Definiremos la columna vertebral
sin oscurismos?
¿Se afirmará en esfuerzo el gran proyecto?
Figúrate - La esperanza del pan - Pregunta, mi niña - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 14
FIGÚRATE
Tú y yo
como arpas del Ártico
derritiendo el tiempo
Creando cataclismos rosas
con esta fuerza opuesta
que nos une
Imagínate, aislados,
recostados al margen de la historia
Prometiéndonos litorales de beso
sin inquietudes plásticas
sin comparecer ante nadie
suficientes en nuestra risa
para practicar nuestras porfías
Imagínate la libertad
bañando el crepúsculo,
nuestros cerros muy blancos
con las canas del siglo.
LA ESPERANZA DEL PAN
Buenos días, mujer
¿cómo amaneció la niña?
Voy a salir de nuevo
A recorrer mi engaño y mi rutina
Dáme tu silencio, mujer,
No te escandalices de mi rabia…
Circunda con tu beso compañero
La cotidiana desazón de mis semanas
Ya no quedan postigos,
Ya no me saluda el funcionario,
Ya no otorgan crédito los cementos,
poco queda ya en mi inventario…
Parto a deambular mis muelles,
A formar fila en los pasillos,
a compartir prestados cigarrillos,
a reprimir una vez más mis desvaríos
Cabalgando la aurora soy ripio,
Volátil, reseco,
Errante pasajero del viento,
Extraviado en callejuelas inéditas,
Construyendo una nueva mentira.
Recobrar a mediodía la fuerza
para tejerte un cuento…
la probabilidad azul de un nuevo puesto…
En los astilleros,
En el dique nuevo
que quizás pronto
que ojalá luego…
que talvez nunca…
Buenas tardes , mujer
¿almorzó la niña?
¡Para mí? …no nada…
Me invitó un amigo
que está por instalarse…
trabajaremos juntos ¿sabes?
Y gracias mujer, por tus silencios
Suficiente es mi rabia contenida
Frente a ella, casi altiva
heroica vas siguiendo mis mentiras…
Ayudándome con esa fe sencilla…
“Mañana, si Dios quiere, será otro día…”
PREGUNTA, MI NIÑA
Saltas
Con tus alas fantásticas
todo el día
Eres sonrisa
Puente, campana
Me llevas a tu selva de intelecto
Me sorprendes con tu penúltima consulta
Sin dejar que te conteste, vuelas con otra
Escabulles, saltas, mariposa delgada
Tejiendo tus alas, en colores geométricos
Bordas, brincas y escabulles
emerges sorpresiva de tus libros de cuentos
Disfrutas el polen de tus días
y hoy te enamoraste. sonrojada
Delgada noviecilla de árbol navideño
Preciosa princesita que ríe porque ama
Tu sueño deambula y brinca
todo el día
vital y enmarañado
Disfrutando ser libre
Hasta que me preguntas
“¿Qué es libertad, papá?”
Y me sorprendes...
Infinito - Alumbramiento - Mi niña mujer - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 13
INFINITO
Las mejillas rojas
imantadas de beso
La boca delineada
como pétalo
Cerrados los ojos como un canto
nos dejan resbalar
en el tobogán de sus pestañas
su aliento de alondra
susurra
castillos infranqueables
Quinientos filósofos no pudieron
-y sabe Dios que lo intentaron-
definir esta sensación antorcha
de hilados permanentes
Los puentes o la rueda
el descubrir el fuego
el pisotear la luna
o democracias
Los hombres estirando
su hollín sobre los siglos
Y siempre…
la ansiedad de este diminuto espacio
para depositar
un beso de buenas noches
en la mejilla tibia
de un hijo que sueña.
ALUMBRAMIENTO
Se dilató tu galaxia algo renuente
el tiempo transgredió tus litorales
Tu tibia libertad fue violentada
El faro de la vida ya te guiaba
Se atizó tu savia sin lamentos
Palpitaron tus sienes un vagido
Te aguardaba brumoso el flaco invierno
Intrigado esperó el siglo en el vestíbulo
venías a redescubrir y a redimirme
a improvisar desnudo el primer grito
Traías de mi sangre nuevo aliento
Te empinaste sorprendido hacia el océano
Y pude en ti lavar todos mis miedos
Estrechando la mano de tu madre,
temblé sereno en su dolor arcilla
Nacían en ti todos mis hijos
Crecí de su mano hacia la hombría
Partiste cual cóndor aterido
del pubis florecido en despedidas
Succionaste el pecho, enardecido
se encandiló la noche en tu osadía
Han nacido en ti todos mis hijos
El sexo perdió su liderazgo
Incliné mi cerviz ante tu madre
Elegí una oración por homenaje.
MI NIÑA MUJER
Tu perfil frente al espejo se sonroja
y tus labios, transeúntes de tus sueños,
me descubren la fe de tus silencios
Tus cartas son praderas encantadas,
brisa suave susurrada en un cuaderno,
hablándome de ti, de nuestro anhelo
que desde ti me abraza en su promesa,
que dialoga contigo diariamente
en la opaca geométrica de este ciclo
el desierto de manos milenarias
recogió mi beso enarbolado
Es la tenue nervadura sin palabras
para la inmensidad de mi pena
en tierra extraña
Las piedras restregadas por los pechos,
desgarrantes de toda biología,
no lograron usurparnos, ni empañar,
la límpida canción que has engendrado
Tu perfil frente al espejo, sonrojada,
con el vientre atesorado en primogénito,
limpia hoy mis crepúsculos de fuego
Clandestino me brindo a tus senderos
Y va así, por los valles, en secreto,
mi respuesta a tus cartas, tu misterio
Camanchaca intuitiva, vuelo
hasta prenderme a tu regazo en beso.
Reconciliación - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 12
RECONCILIACIÓN
¡Hace tantos años…!
Vamos a mi casa
Su puerta está abierta…
Comparte mi mesa
como en otros tiempos
Cuelga tu sombrero
Cuelga tus rencores
Saca la paciencia
Luego, conversemos
Somos un plañido,
trompos confiscados
Un sorbo de Historia,
jueces provincianos
No nos gitaniemos…
Cuesta ser hermanos,
muchos los sofismas
que nos inculcaron
siéntate a mi mesa,
borra tus temores…
mi vino es casero,
cálido y discreto
puente entre glaciares
Son años perdidos…
Sí, nos separaron
¿Irreconciliables?
Eso, eso lo inventaron…
Respiremos prestos
nuestros silabarios,
esos juegos locos
que nos hermanaron
Desmintamos pronto,
por totalitario,
el dogma nefasto
que nos ha alejado…
Tenemos raíces
Tenemos espacio
Tenemos carencias
¡Ganas de lograrlo!
Tus manos son gruesas,
mis sienes un llanto,
muchos los caminos
que las agobiaron…
Estás gordo, viejo,
tu risa no cambia…
¿Tu mujer, los hijos?
¡Hay tema p’a largo!
Arreglando el mundo
fue que nos peleamos,
farándula y panfletos
nos atragantaron…
Insólito circo
al que nos llevaron…
-los bienes perdidos
son más valorados-
Así, plañideros,
el terno gastado,
la barba afeitada
y esta desconfianza…
Así, desgraciados,
se pasan los años,
la boca reseca
de ir tan callados…
¿Ves? no costó tanto,
hay relojes niños
que hemos recordado
La esencia de todo
es que discrepábamos
en una danza absurda
que otros prepararon…
La esencia de hoy
se llama cansancio,
hambre de gritarlo, morir solitario
¿Ves? no costó nada…
Brinda a tu salud
mi voz destemplada…
Perdona si lloro,
amigo del alma.
Optimismo - Las mujeres solas - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 11
OPTIMISMO
Vamos a convencernos que este diálogo de hormigas
-gimoteo sutil como gotera-
articula blanco lo más negro
Vamos a convencernos
de que sirve
-aunque es muy ínfimo-
para chapotear en los charcos
y lavar nuestros miedos
que irónico resulta ser
-cual peluquero-
artificial guardián
de nuestras canas
Cuando ellas se clavan
hacia adentro
y empiezan a brotar
dentro del pecho
en la etapa en que hubo de ser piedra
comprendimos
que las uvas no son vino allí en la parra
y que fuerza faltó para exprimirlo
Alabo este diálogo y su mímica
Porque nos anima en fe vigente
a descifrar la desazón de fin de siglo
Desplegar -¡y por qué no!-
los desvaríos
Al fin y al cabo, nuestra generación
tiene su estilo.
LAS MUJERES SOLAS
Se empinaron quejumbrosos
los lechos inconclusos
de las mujeres solas
el vejete plazolino
percibió pasar su placidez de viudas
Marchitas amapolas
pegadas al ritmo
de pulpería, parroquia,
rosario y angustia
Muy por dentro se nota
la soledad ronca
de demoradas cartas
Muy por dentro
se arrincona el alma en la piel vibrante
que hoy es una loza
Cesaron las cantatas
de los mediodias
Mustia la jornada
se estiró en costura
Sus ojos delatan
cual un libro eterno
a otra noche en vela
que los estrujó
Sus cartas preñadas
de aquellas palabras
que siempre calló
son la pincelada
de un amor vetusto
que no claudicó
Son fuego latente
que envía cien besos en cada final
En algún recodo
de una calle apartida
persignó esa carta
el madrugado aliento
de una canción.
Lima / 1974.
Terapia - Hermana - A Valparaíso primero volvió el recuerdo - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 10
TERAPIA
Cámbiele la acentuación a sus días
Desparrame por los regazos
la palabra que le anda extirpando
el formulismo
Que los nidales fueron mil veces
arrastrados por el mar
pero salió la gaviota
La tortuga se tragó los siglos
y los otoños descorrieron las cortinas
El freno metálico no llegó jamás
a lacerar las crines;
éstas se zambullen al viento,
crecen libres, despeinadas…
No olvide nunca escarbar en sus bolsillos
los valses y manzanas de aquel día
en que remecía sus tedios la sonrisa
Rescate de su cofre las viejas cartas rosas,
la madre de la culebra desecada,
el silabario subrayado en rojo,
la apolillada red, las mariposas
Tan extendido como archipiélago,
trotamundos como las cigarras
que cantaron lo mismo en su patio,
los bosques de Palermo
o algún cementerio
Majadero como trompo entre monedas
Apretado en el trasfondo de su timidez precoz
Tiritando escarchas matinales de liceo…
¡Pase y destemple los flecos
de su insomnio!
Que esta terapia es por pilas,
en lotes como verduras,
olorosos callejones para responder
a los requiebros propios…
Pase a pie pelado por el recuerdo
para palpar la espina, dolerla,
arrancarla después entera…
¡Es la farándula heroica
de otros que por lo mismo
vinieron
y seguirán haciéndolo!
HERMANA
Hermana: presente…
¿Dónde han ido tus ojos, hermana?
¿Quién arrulla a tu hija pequeñita?
¿En qué rincón ha quedado tu plegaria?
¿Supiste del buen viejo, su partida?
Quizás él ya te haya visitado…
Acá todo bien, cuestión gastada
Cada familia asumiendo sus hieles cotidianas
La ausencia alargada va oxidando el alma
Se lleva el exilio…
Se lleva y se calla
Son muchos, hermana,
los que, como tú, no escriben
los que, como tú, se apagan,
Hermana de patios, guitarra, fogatas,
la vieja subsiste a fuerza y a maña
Su llanto te alcanza como estela sabia
La fuerza celeste te busca sin pausa
Inventa una nieta, teje unas palabras
Parte de los nidos, la buena quebrada,
el puerto vacío, tu aula apagada
Llega hasta tus manos, va por donde vayas
Cubre tus temblores si el miedo avasalla
Hermana, eres isla, vida camuflada
En tu territorio de hija lejana
ha ensayado alguien anular el alba
Dios quiera, hermanita,
que en tus desayunos sepas dar las gracias
Que te fortifiquen amistades sanas
Que hasta esa errante cuna llegue la esperanza
Que creas, al menos, que hay quienes te aman
Tu hija copihue, pureza lozana, te ha de dar la fuerza en cada mañana
Dios quiera, hermanita,
que tus ojos almendra rechacen la espada,
resplandezcan claros como dos manparas
Que un suave teorema consuele distancias
Que un gato amarillo te traiga a la infancia
Te cuento ahora, hermana
Creció el eucaliptus, se secó la parra
La casa está verde, pero sin palabras
En el limonero la flor fue temprana
La guitarra muda palpita tus sambas
Mi hijo pequeño sacó tu mirada
¡Hermana, figúrate!
Esta carta larga…
no sé donde enviarla.
A VALPARAÍSO, PRIMERO VOLVIÓ EL RECUERDO
Hoy tienen encanto retardado
la blanca biblioteca del colegio,
nuestros pasos forzados,
en puntillas,
esa solterona con cara
de silencio
En la libre costanera
celestina,
grandes trompos de espuma
desafiábamos,
los furtivos pitillos, las cimarras,
los tesoros de anónimas fragatas
Con sus chapas llorosas
descolgadas,
un almud de misterio
en sus tatuajes,
con su sueño minero
en almendrales,
el ascensor Polanco
se empinaba
Traía el torreón
sobre su arcada
el crepúsculo sembrado
de romance,
el puente elegido
por suicidas,todo el siglo prendido
en sus ajuares
Mi recuerdo hoy pisa entusiasta
Se adelanta olfativo,
con ansias
Va explorando en braseros
de abuela
coloniales vigas fantasmas
Calles altas,
adoquinada palma,
mi recuerdo hoy busca
su calma
tras las mamparas del cité,
protegidos,
hubo pacos durmiendo
su guardia
Sube, sube,
recuerdo sin trabas
Atesora y rescata del alba
los pitazos llamando
a las fábricas
¡Falta tanto en cada manzana!
No hay retén
ni caballos que pastan
Las bateas no entonan
sus tangos
El pregón ya no cruza
la plaza
¡Ay mi patria
se mustia tu casa¡
Las esquinas se preñan
de rabia
La novena no lleva campanas
Tus hijos escapan o cambian
Valparaíso,
el recuerdo hoy en ti se desangra
Basterrica es una calle
sin alma
Las postales no alcanzan,
no alcanzan…
Buenos Aires, 1980.
Amistad, patrimonio ínfimo - Violeta - Carpintero - A Denisse, planeta Chile - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 9
AMISTAD, PATRIMONIO ÍNFIMO
Amistad,
eres frágil tulipán en zarzamoras
Que no te contaminen las espinas
Que no te manipule el egoísmo
Que no interfieran contigo
los celos de las amantes
Crece circunstancial,
esporádica en tu relámpago,
como fino hilado del recuerdo
Pero no permanezcas engrillada jamás
Sé diáfana y total
Que no te desmantele la rutina
Revolotea y no ancles…
Eres energía transeúnte
No quieras arribar a amor eterno
Resígnate en tu encanto primitivo
a disfrutar todo lo bueno,
aunque exiguo.
VIOLETA
Hubo una vez
una violeta
que de tanto perfumar mis libros
se posesionó en tal forma
de la vida
que alcanzó
metafísicas sonrisas
aún después
que la consumiera,
en la laguna de la página quince
la lengua profana y servil
del antivioletas,
del antivida.
CARPINTERO
Aprieta, Carpintero,
con tus clavos etéros
el madero húmedo
que quiere desmembrarse
Átalo bien,
sostenlo a ese otro
madero recortado
que puebla en viento
el pináculo del mundo…
Carpintero,
obrero de la civilización,
símbolo permanente
del trabajo limpio.
te prestaré hoy mi fuerza,
enclenque fuerza
de quien no tuvo nunca
la devoción azul
de tu martillo y tu esperanza
pero déjame ayudarte igual
a unir esos maderos
Que no tiemble tu mano
al martillar certero
con tu frente sudando
el impecable canto de tu esfuerzo
¡Une muy bien esos maderos!
Son el faro que enfrentó
mil sirenas,
mil arrecifes de ojillos camuflados,
dos mil capítulos que casi hoy
lo desmembraron…
Anda,
¡Vamos ahora!
tiremos los dos juntos
para levantar estos maderos
¡Así!
con rabia y tiempo retrasado
¡tira!
Que falta hacía
reforzar algo esta cruz
sobre el camino…
¡Gracias, gracias a ti,
Carpintero amigo!
A DENISSE, PLANETA CHILE
Vine flotando en mi burbuja azteca
hasta este diafragmal túnel
Me traje tu amistad
cual contrabando
y sin darme cuenta, al llegar, crucé los umbrales buscándote
Pero llegué directo
a la expropiación del sueño
a la confiscación del ánimo
o del triunfo
El desaliento se colgó de mis aldabas
He quedado desvencijado
con un troquel de misterio
bajo los poros abiertos
en el mismo desván
en el mismo tiempo
Náufrago de tu voz
De tu deambular inquieto
Tu piel ausente
hoy me envuelve
como humus perfumado
que busca germinar por valles libres
Y en un dedal o un sueño
me dejo llevar por ti
a la plaza de Praga,
por los puentes de Lima, por las pirámides mayas o toltecas
Por el empedrado inconcluso
de nuestro barrio, América
Y mientras siguen inventando
tapiales de cenizas
para bloquear tu ingreso
redescubro vehemente la vida
que tú irradias
Veo circular soles de pampa
por tu collar de cobre
y siento resbalar agujas
tras tu letanía chilensis
Amiga, Dense,
planeta Chile,
Habrá que trepanar la cordillera
Inventar un valle propio
donde puedas
descansar
del exilio y las esperas.