AMÉRICA, YA ES TIEMPO
Hurguemos en tu historia
la savia libertaria
Ya basta de abstenernos
en torpe autocensura
Rompamos etiquetas
busquemos la cordura
Si fue civilizado ser acero del hambre,
Políglota del genocidio,
master del absurdo,
saltimbanquis del odio
o marionetas…
¿Por qué, entonces, no remontar los Andes
y vociferar hastiados?
¡Dennos un siglo sólo!
de mayas resurrectos.
de incas persistentes,
de fuerza mapuche irreverente
Dennos apenas un minuto!
para libar en greda de Atacama
aquella ancestral promesa indiana…
Congreso de Panamá: Bolívar elocuente,
pero era madrugada
Matriarcado adolescente
de niña americana,
intentando ingenua y flaca
sentarse a la mesa veterana
Congreso de Panamá: Bolívar y su llama,
Pero era madrugada
Y fue el viento del norte
El que rasgó esperanzas
Mandaron emisarios
A sofocar su fragua
-peligroso emblema
eso de aunar las chacras-
Quisieron sepultarla:
usaron fratricidio los traficantes de armas
Tras tórridas alianzas corrió sangre mestiza
por desiertos, sierra y pampa
La moral del poder
fue crema utilitaria
que justificó doctrinas
y almas derramadas
Hubo de aprenderlo en fuego
la niña americana,
tras muchos avatares
la intuyo cabizbaja
América temprana,
hoy bebo de tu historia
que es fuerza renovada
¡Ya es tiempo de campanas!
¡Bolívar vive y clama
por sacudir tus llagas!
BOLÍVAR ¿QUÉ NOS HAN HECHO?
Concédeme, Bolívar, tu claridad valiente
para asomar mi voz a tus vertientes,
a tu sueño flameante
y al trueno que sacude este presente
Porque atisbé, Simón, tras campanarios
el ayer fértil valle americano
y divisé las reses y el arado
fustigados por voraces escribanos
Desmantelando las calderas iba el embargo
Cimbrándose los barcos desguazados
en la ilustre papeleta del actuario
Sorprendí al invasor de guantes blancos
usurpando los trenes apunados
Sorprendí su timbre en los asfaltos
y me ví resbalar en sus engaños
Padezco de entender tus sensaciones,
de palpar a ciegas mis errores,
de madrugar tu metal arrebatado,
de desear el trigo que se embarca
y repudiar la compra de metralla
Lamento ver crecer en las entrañas
la úlcera candente que separa
Lamento ver reptar por los palacios
la boa usurera camuflada
Y espero pendiente de tu cóndor,
ruboroso cual niño avergonzado…
Tu fuerza, Simón, arde en las venas
y el verdugo tirita retiradas
LIBERTAD
Te agobiaban.
Traías los pies del sueño
La plañidera inquietud
De nocturnidades desérticas
Caminaba de tu mano
sin valorarte,
eras tan sólo mi aire visceral,
la mágica raíz de mi materia.
Yo había comulgado contigo
en la greda de mi padre,
en la penúltima campana,
en el manantial indemne
de Artigas, Bolívar o Carrera,
en la osadía azul de Manuel inclaudicable.
Pero, en un áspero portal
Te dejaron maniatada
Y se extendió lacerante
tu ausencia.
(YA PRONTO)
Libertad,
De luto vienes hoy
aunque radiante,
agotada de lágrimas y ruegos
en plena madurez
bañas los Andes
Fuiste rosario en el exilio
ritmo descalzo en la favela
guitarrón de vino en periferias
Fuiste respuesta
Y pregunta siempre
No te conformó
la fina redacción de secretarios
Quisieron embalsamarte
Mostrarte brillante como eslogan
Vistieron maniquíes
con tus blancas enaguas
Manosearon tu esencia
en los pasillos
Ardiste en los libros prohibidos
Pero se les desflecó el modelo
Han sido incapaces de tapiarte
Balbuceó tu nombre
un indio marginado
Silbó tus estrofas
la juventud impaciente
Desde el barracón de la ex usina
Desde las aulas custodiadas
Desde el páramo aciago de la cesantía
Desde el campo enmalezado de hipoteca
Emergiste de nuevo y anhelada
grandiosa dama derrotando al barro
Transitando anunciadas alamedas.
EXILIO
Afán histérico de dominar en limbos,
de restringirle su luz a las estrellas
Afán concubino del miedo
Huésped numeral de la muerte
Montepío de hielo de viudas temporarias
Inflamante yugo impuesto a las gaviotas
Arcaico espejo en que envejezco
Demacrada negación enclavada en el espanto
Abrigo de moho manchando los álamos
Umbilical fantasía de inviernos sin pausas
Paréntesis tenebroso sacudiendo los patios,
suspendiendo caricias,
un pasaje a la nada
Chamanto nostálgico de un tiempo ulcerado
inalámbrico estigma
Mitológica espera
Volcán interdicto
Arrabales prestados para llorar un hijo
Torturante misterio de un adiós prohibido
Polvorienta oreja para imaginar tus puertos
Transitar la noche en postales escuetas,
en los pechos caídos
de las novias resecas
Distorsionando tus hijos
Mistificando cimientos
Áspera rutina de planos crepúsculos
para desgranar un sueño
Árida ilusión de asomar el grito
para reconquistar tu tiempo.
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