POEMA INGENUO
en una dimensión cercana,
una princesa encantada
a quien el pueblo salvó
Fue por órdenes anónimas
que un vidriero fabricó
una cúpula fría y negra
y a la niña la encerró
Dicen unos que fue un mago,
alquimista de cartón,
el que puso a la princesa
desterrada en su bastión
Dicen otros que una bruja
embustera, a traición,
envidiando sus encantos
el sopor articuló
La princesa era doncella,
peligrosa su virtud,
mago y bruja se asociaron
con el ogro y su dragón
Y por trece oscuros años
en que el cruel ogro reinó
muchos príncipes cayeron
al buscar liberación
En precoz experimento
el trigal se consumió
y culpó el mago de ello
al cansado labrador
Por el reino, los suburbios
apagados y sin voz
añoraron esos tiempos
de simple paz interior
Poco a poco, en puntillas
en la plaza mayor
artesanos y siervos
aunaron valor
Con sus flacas miserias
pero llenos de sol,
al tirano y sus cómplices
derrotó su fervor
Sin el filo del miedo,
elocuentes de amor,
en sus manos tendidas
el dragón se amansó
Y sin besos de príncipes
la doncella volvió
inundando su canto
este reino en candor
La lección de este cuento
la escribió un gran bufón
no esperemos al héroe
que lo haga mejor
¡La unidad de los muchos
fue y será solución!
SEGUNDAS IMPERTINENCIAS:
AUTOCRÍTICA
Padecemos un mal muy persistente…
ser dogmáticos, tozudos, reincidentes
Superficiales con aire de insondables
Los amigos, peldaños convenientes
Malabaristas morales, farisaicos,
Descalificar es más simple que escucharnos
Usamos el sarcasmo, displicentes
Somos porfiados…
Y para colmo, elocuentes
Burócratas, oportunistas con rango
¿Nuestros vicios? altruismos necesarios
Nuestro error suponemos ignorado
En soberbia funcionan los post-grado
Enclenques planeadores de pasillo
El proyecto es siempre improvisado
Despiadados censores del decenio
Olvidamos a menudo lo aportado
Solemnes impostores de lo autóctono
Consumidores de slogans importados
Tras milagros, aplicar modelos mágicos
¡Ay, Señor, y nos creemos democráticos!
MARGINAL
Insistente profeta en mi tierra
Soy marginal, inmigrante en lo propio
Intuyendo de prisa un destino severo
Soy marginal, germinando proyectos
Con el pecho incompleto
con un lastre grotesco
Soy marginal, inventor de mis días
Aleteando escondrijos
Insolente de vida
Soy marginal, es un trueno mi espera
vagabunda quimera
de nidal sin más piedras
Soy marginal, aspirante a voz digna
Enarbolo embriagado
mis plegarias furtivas
Soy marginal, sin patente es mi juego
No empadronan la ira
No tributan los sueños
DIAGNÓSTICO
Soy pasajero en mi sombra
Auscultado por el siglo
Desahuciado en mi sueño
Los doctores no entienden,
de nada me sirven
burdos antibióticos
Mi pena es vislumbre, es lustrín de plaza,
en garúa de Calbuco
Mi pena es sepulcro de coigüe
Mi pena es un letrero
“prohibido”
Mi pena se preña de olvidos
de mitos, de rieles,
de un andén vacío
Mi pena se aferra a los muros
incapaz de enclavarse
en un mundo oscuro
Mi pena se llama gloriado,
manta de Temuco, carnaval de gredas
y derecho a voto
mi pena es pena de mulos
que marchan a ciegas
buscando un refugio
mi pena es paciencia agotada,
es lágrima errante
buscando su calma
Mi pena la cura Natura:
dos gramos de Chile
para este exiliado.
ME ATREVÍ
Me mojé las manos…
Los lienzos enardecían diciembre
El viento sur crecía como pregunta
Se desentumecía el grito en la calle
Me mojé la cara…
Despertaba la ira, el miedo moría
Mordía la muerte sus cartas raídas
Debía zafarme de mis cobardías
Me peiné las canas…
El espejo altivo me gritó ¡camina!
Pesaba la década al doblar la esquina
Poco a poco, al sol, mi paso era vida
Me fui muy despacio…
Musité en puntillas
Revisé de reojo, el alma entumida
Bullía la tarde su raíz dormida
Me confundí sonriendo…
Fui millares, fui un siglo
Fui energía en carencia
Fui comunión y fui historia
Alamedas de bronca, el telón caía
Me atreví en el parque
Compañera ¡puedo todavía!
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