Saturday, August 20, 2005

Terapia - Hermana - A Valparaíso primero volvió el recuerdo - POEMAS DEL LIBRO MIEDO AL MIEDO 10

TERAPIA

Cámbiele la acentuación a sus días

Desparrame por los regazos

la palabra que le anda extirpando

el formulismo

Que los nidales fueron mil veces

arrastrados por el mar

pero salió la gaviota

La tortuga se tragó los siglos

y los otoños descorrieron las cortinas

El freno metálico no llegó jamás

a lacerar las crines;

éstas se zambullen al viento,

crecen libres, despeinadas…

No olvide nunca escarbar en sus bolsillos

los valses y manzanas de aquel día

en que remecía sus tedios la sonrisa

Rescate de su cofre las viejas cartas rosas,

la madre de la culebra desecada,

el silabario subrayado en rojo,

la apolillada red, las mariposas

Tan extendido como archipiélago,

trotamundos como las cigarras

que cantaron lo mismo en su patio,

los bosques de Palermo

o algún cementerio

Majadero como trompo entre monedas

Apretado en el trasfondo de su timidez precoz

Tiritando escarchas matinales de liceo…

¡Pase y destemple los flecos

de su insomnio!

Que esta terapia es por pilas,

en lotes como verduras,

olorosos callejones para responder

a los requiebros propios…

Pase a pie pelado por el recuerdo

para palpar la espina, dolerla,

arrancarla después entera…

¡Es la farándula heroica

de otros que por lo mismo

vinieron

y seguirán haciéndolo!

HERMANA

Hermana: presente…

¿Dónde han ido tus ojos, hermana?

¿Quién arrulla a tu hija pequeñita?

¿En qué rincón ha quedado tu plegaria?

¿Supiste del buen viejo, su partida?

Quizás él ya te haya visitado…

Acá todo bien, cuestión gastada

Cada familia asumiendo sus hieles cotidianas

La ausencia alargada va oxidando el alma

Se lleva el exilio…

Se lleva y se calla

Son muchos, hermana,

los que, como tú, no escriben

los que, como tú, se apagan,

Hermana de patios, guitarra, fogatas,

la vieja subsiste a fuerza y a maña

Su llanto te alcanza como estela sabia

La fuerza celeste te busca sin pausa

Inventa una nieta, teje unas palabras

Parte de los nidos, la buena quebrada,

el puerto vacío, tu aula apagada

Llega hasta tus manos, va por donde vayas

Cubre tus temblores si el miedo avasalla

Hermana, eres isla, vida camuflada

En tu territorio de hija lejana

ha ensayado alguien anular el alba

Dios quiera, hermanita,

que en tus desayunos sepas dar las gracias

Que te fortifiquen amistades sanas

Que hasta esa errante cuna llegue la esperanza

Que creas, al menos, que hay quienes te aman

Tu hija copihue, pureza lozana, te ha de dar la fuerza en cada mañana

Dios quiera, hermanita,

que tus ojos almendra rechacen la espada,

resplandezcan claros como dos manparas

Que un suave teorema consuele distancias

Que un gato amarillo te traiga a la infancia

Te cuento ahora, hermana

Creció el eucaliptus, se secó la parra

La casa está verde, pero sin palabras

En el limonero la flor fue temprana

La guitarra muda palpita tus sambas

Mi hijo pequeño sacó tu mirada

¡Hermana, figúrate!

Esta carta larga…

no sé donde enviarla.

A VALPARAÍSO, PRIMERO VOLVIÓ EL RECUERDO

Hoy tienen encanto retardado

la blanca biblioteca del colegio,

nuestros pasos forzados,

en puntillas,

esa solterona con cara

de silencio

En la libre costanera

celestina,

grandes trompos de espuma

desafiábamos,

los furtivos pitillos, las cimarras,

los tesoros de anónimas fragatas

Con sus chapas llorosas

descolgadas,

un almud de misterio

en sus tatuajes,

con su sueño minero

en almendrales,

el ascensor Polanco

se empinaba

Traía el torreón

sobre su arcada

el crepúsculo sembrado

de romance,

el puente elegido

por suicidas,todo el siglo prendido

en sus ajuares

Mi recuerdo hoy pisa entusiasta

Se adelanta olfativo,

con ansias

Va explorando en braseros

de abuela

coloniales vigas fantasmas

Calles altas,

adoquinada palma,

mi recuerdo hoy busca

su calma

tras las mamparas del cité,

protegidos,

hubo pacos durmiendo

su guardia

Sube, sube,

recuerdo sin trabas

Atesora y rescata del alba

los pitazos llamando

a las fábricas

¡Falta tanto en cada manzana!

No hay retén

ni caballos que pastan

Las bateas no entonan

sus tangos

El pregón ya no cruza

la plaza

¡Ay mi patria

se mustia tu casa¡

Las esquinas se preñan

de rabia

La novena no lleva campanas

Tus hijos escapan o cambian

Valparaíso,

el recuerdo hoy en ti se desangra

Basterrica es una calle

sin alma

Las postales no alcanzan,

no alcanzan…

Buenos Aires, 1980.

1 comment:

Roberto Iza Valdés said...
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